Vamos a finalizar el año en curso, y todos nos ponemos a resumir ideas, noticias, imágenes, sensaciones,…
En mi personal reflexión de fin se año me gustaría tener muy presentes a los que denomino «mediadores silenciosos», esos mediadores que están en la base, que nunca aparecen, que trabajan incansablemente por y para la mediación.
Mediadores que no tienen acceso a políticos, a medios de comunicación, que no se dejan ver mucho por las redes sociales y que acuden a aprender a jornadas, congresos, talleres. Que verdaderamente con su lluvia fina son los que nos van abriendo camino en la sociedad, en su entorno, para que la mediación se vaya conociendo.
Mediadores formados tanto o más que los demás, y que su verdadera filosofía de vida es la mediación. Esos que desde su modestos despachos van recibiendo a las partes y las ayudan a llegar a un acuerdo, que sonríen cuando hacen un acuerdo y se sienten mal cuando no han podido ayudar.
Esos que no estarán, de momento, en los nominados a premios de todo tipo, pero que de alguna manera son los que deberían estar recibiéndolos, aunque ellos no quieran, porque lo que desean es seguir pasando desapercibidos.
Y digo mediadores silenciosos y no anónimos, porque tiene nombre y apellidos, porque sabemos de su labor de «currantes» de la mediación. Sin ellos no existiría, porque son los cimientos de ella. Para TODOS ellos mi reconocimiento público y una palabra: GRACIAS.
Un saludo
José A. Veiga
Reblogueó esto en MCM Mediacion civil y mercantil.
Gracias José Antonio por poner palabras , escritas en esta ocasión, a lo que tantas y tantas veces muchas personas hemos pensado. Es a través del día día del trabajo de las personas mediadoras, y de los cambios que en ese proceso se dan en las personas mediadas, como conseguiremos , poco a poco, una sociedad que practique la cultura de la colaboración .
Mi más sincera felicitación a todas esas personas, por su esfuerzo y por su confianza .