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Los dos siguientes bloques de reflexión son los siguientes:
3. Recopilar toda la información posible.
4. Establecer un ambiente de cordialidad.
3. Recopilar toda la información posible.
Previamente antes de iniciar la sesión de mediación, después de la informativa ya conoceré una serie de datos personales de las partes: nombres, edades, tipo de conflicto, algo en el lenguaje no verbal que haya captado, posibles alianzas si son muchas partes, según la manera de sentarse o mirarse.
Puedo intuir de qué forma van a enfocar la mediación: si les interesa acabar rápidamente, quieren el acuerdo en una única sesión, o por el contrario, una de las partes va a ritmo más lento y quiere dilatar las fases porque necesita conocer las necesidades de la otra o va a decir a todo que no, sea lo que sea, incluso aunque una de sus opciones haya sido aceptada, de repente ya no le interesa.
¿Cuáles son sus necesidades individuales? Una vez que ya tengo claras las posiciones empezaré a ver las necesidades de cada uno, las que darán luz a esas posiciones. Incluso empezaremos a intuir que hay cosas que no nos normales, que no cuadran, pero que puede que luego más adelante empiecen a tener sentido, son piezas de un puzzle que quedan sueltas pero que en cualquier momento van a encajar.
Incluso veremos lagunas en la información, por desconocimiento o porque no desean dar más información en ese momento o destapar sus cartas tan pronto.
Pregúntate: ¿tienes suficiente información para avanzar en la mediación? Sea la que sea la respuesta a esa pregunta tu avanza porque lo que te pueda faltar irá saliendo si es necesario que salga, no fuerces tú que salga información de las partes que ellos no quieran aportar. No hay preguntas adecuadas o no. Hay preguntas que aportan información a la mediación y esas son las buenas. Según nuestra profesión de origen nos quedamos cortos de peguntas, porque rápidamente vemos donde esta «nuestra solución», no la suya, o hacemos 10 preguntas más que no son necesarias, las que yo llamo del cotilleo. Y mucho menos estemos pensando si he utilizado más circulares, abiertas, cerradas o lineales… Haz preguntas que te aporten piezas del puzzle.
Si te encuentras con alguna mediación donde ellos deseen saltarse la famosa fase del cuéntame, déjales que empiecen por dar opciones, porque acaban mezclando las dos fases, y en cada opción sacarán la parte del cuéntame que necesitan decir. Tienen que justificar sus opciones de alguna ,manera, recuerda que para ellos eres el profesional que les observa, les deja hablar y a quien ellos desean ganarse porque se creen que les vas a dar la razón. Les cuesta contar sus cosas tan personales a una tercera persona que acaban de conocer, y no es un médico que le das síntomas, aquí cuentas cosas que nunca has sacado con nadie y que son reproches continuos.
Habéis identificado los puntos fuertes y débiles de cada una de las partes, porque les tienen las dos, otra cosas es que les tengan ocultos debajo de la armadura que traen a la mediación.
¿Coinciden correctamente los elementos: intereses, relaciones, percepciones? O existen contradicciones. Si las observamos las comentamos tranquilamente.
¿Cuándo y donde se llevará a cabo la mediación? Si deciden hacer la mediación fuera de tu despacho, ¿qué ventajas o desventajas tengo yo con ello ?¿Y ellos? Imagina que te piden hacer la mediación en su casa porque tiene un bebé… O en una cafetería, en una zona tranquila,…. O en la sala de juntas de su empresa… ¿Aceptaríamos? O si nos sacan de nuestra zona de confort ya no me sentiré igual de buen mediador…
Y una cosa muy importante: ¿conoces tus fortalezas? ¿y tus debilidades? Sabes cuál es tu poder personal para utilizarlo de forma constructiva dentro de una mediación. Es imprescindible conocernos muy bien para poder saber por donde nos vamos metiendo y si tocan mis debilidades, porque una de las partes se ha dado cuenta… cómo actuaría… Recuerda, estas preparado para todo y el profesional que más sabe de mediación eres tú, el que más sabe de mediación en esa sala eres tú.
4.Establecer un ambiente de cordialidad.
¿Cómo puedo establecer un ambiente de ganar-ganar? ¿Qué voy a permitir y qué no? ¿Qué no mediaría nunca?. El ambiente con el que se encuentren las partes es fundamental para que se encuentren a gusto y confíen en el mediador y en el proceso.
No hablo de música de fondo ni luces indirectas, quiero decir que la sala sea acogedora, sin grandes cosas que pueda despistar a las partes y que cuando empiece la mediación, mi tono de voz, mi lenguaje no verbal e incluso el lenguaje que use este adaptado al nivel de las partes, no uses palabras técnicas que no entiendan, ponte a su altura de lenguaje.
No les obligues a poner caras raras por palabras que desconocen y encima no se atrevan a preguntarte porque el profesional eres tu, y ellos se sientan mal y el desequilibrio sea todavía mayor entre ellos.
Sé tu mismo pero usando tu caja de herramientas y cumpliendo las normas de la mediación.
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Un saludo
José A. Veiga