Realmente cabría decir sembrar, si nos referimos a germinar la semilla de la Mediación, porque plantar sería más propiamente ubicar la planta de la Mediación en su sitio definitivo. Pues bien, para sembrar hace falta considerar algunos requerimientos:
En primer lugar, debemos prepararnos los mediadores como recipientes adecuados para albergar las semillas de la mediación bien seamos de una profesión de origen u otra, macetas, vasos de plástico o cualquier recipiente. Eso sí, muy importante, con nuestros respectivos orificios de desagüe, para no encasillarnos y dejar entrar aire fresco que nos ayude, venga de donde venga, siempre que sea aire que sume y ayude en la germinación.
Hay semillas buenas que pueden caer en terrenos buenos o menos buenos.
Puede caer en terreno bueno y no preocuparnos porque aproveche las características excelentes de ese suelo, la semilla no germinara.
Caer en suelo menos bueno, pero luchar porque esa semilla germine contra todas las adversidades que puedan ocurrir, al final germinara o no, si germina será el trabajo bien hecho y si no germina habremos luchado por ello y la experiencia nos habrá ayudado.
Traslademos estas ideas a la mediación, la semilla de la mediación puede caer en personas que sean buenos terrenos preparados para que germinen y ellos se están acomodando porque se creen que tienen todas las características, pero no las van a utilizar, se van acomodar y no van hacer nada para facilitar su germinación. No ayudan nada a la mediación.
Puede que la semilla caiga en terrenos menos afortunados pero con ganas de que germinen, y harán todo lo posible por ello. Superaràn todas las adversidades que se les pongan en el camino, aprenderán de ellas, pero lograrán que esa semilla germine y de esa manera podrán aplicar dicha experiencia en sus mediaciones.
Nos enrocamos en si somos expertos o no, en si estamos formados o no, pero en ningún curso de mediación se trata la ética del mediador. Mucho código deontológico europeo, nacional, local, de asociaciones…. Nos falta unidad y humildad.
Piensa que tipo de suelo deseas ser y una vez pensado ACTÚA, haz todo lo posible porque esa semilla germine y fructifique, que en todas nuestras mediaciones aprovechemos lo que la experiencia nos ha enseñado.
Y si alguna vez te sientes gurú de la mediación, piensa que entre los principios fundamentales que no se enseñan en los cursos se encuentra la humildad, compartir, ayudar, que presumimos que para estar en la mediación estamos tocados por algo en nuestro carácter que nos hace diferentes, demostremos que es verdad.
Por desgracias los conflictos van a existir siempre, hagamos que la semilla de la mediación germine donde germine se vea crecer con fuerza, supere lluvias, vientos, sol, todas las adversidades que se encuentre y eso la sirva para crecer con éxito y se propague de manera anemógama o entomógama sea siempre con una semilla fuerte.
Muchas gracias.
José A. Veiga