Aquí tienes 20 consejos, por si te pueden ser útiles, para controlar y detectar el lenguaje no verbal durante una mediación:

1. Observa las expresiones faciales: Las microexpresiones pueden revelar emociones ocultas.
2. Presta atención a la postura: Una postura abierta indica receptividad, mientras que una cerrada puede señalar defensividad.
3. Mira los gestos de las manos: Manos abiertas sugieren honestidad, mientras que manos escondidas pueden indicar desconfianza.
4. Fíjate en el contacto visual: El contacto visual constante puede mostrar interés, pero demasiado puede parecer confrontativo.
5. Escucha el tono de voz: Un tono calmado sugiere tranquilidad, mientras que uno elevado puede indicar estrés o enojo.
6. Observa la proximidad física: La distancia entre las partes puede reflejar su nivel de comodidad.
7. Nota los movimientos de los pies: Pies inquietos pueden ser signo de nerviosismo.
8. Detecta cambios en la respiración: Respiraciones rápidas pueden indicar ansiedad.
9. Observa las sonrisas: Una sonrisa genuina involucra los ojos, no solo la boca.
10. Presta atención a los silencios: Los silencios pueden ser tan reveladores como las palabras.
11. Mira las cejas: Ceja levantada puede indicar sorpresa o duda.
12. Observa el ritmo de parpadeo: Parpadeos rápidos pueden ser signo de estrés.
13. Fíjate en el uso del espacio: Cómo las personas ocupan el espacio puede indicar su nivel de confort.
14. Nota los gestos repetitivos: Pueden ser una forma de auto-calma.
15. Observa la inclinación del cuerpo: Inclinarse hacia adelante puede indicar interés, mientras que hacia atrás puede señalar desinterés.
16. Detecta la tensión muscular: Músculos tensos pueden indicar estrés o incomodidad.
17. Presta atención a los cambios de color en la piel: Enrojecimiento puede ser signo de vergüenza o enojo.
18. Observa los movimientos de la cabeza: Asentir puede indicar acuerdo, mientras que sacudir la cabeza puede señalar desacuerdo.
19. Fíjate en el uso de objetos: Jugar con objetos puede ser una señal de nerviosismo.
20. Escucha las pausas en el habla: Pausas largas pueden indicar que la persona está pensando cuidadosamente en su respuesta.

Estos consejos, ojala te puedan ayudar a interpretar mejor el lenguaje no verbal y a manejar la mediación de manera más efectiva.

Un ejemplo práctico de cómo podrías aplicar estos consejos en una mediación:

Contexto: Estás mediando una disputa laboral entre un empleado (Juan) y su supervisor (María). Juan siente que no se le ha reconocido adecuadamente por su trabajo, mientras que por su trabajo, mientras que María cree que Juan no está cumpliendo con sus responsabilidades.

Observación del lenguaje no verbal:

1. Expresiones faciales: Notas que Juan frunce el ceño cuando María habla de sus responsabilidades, lo que indica frustración.
2. Postura: María se sienta con los brazos cruzados, lo que puede sugerir defensividad.
3. Gestos de las manos: Juan mueve las manos de manera abierta cuando habla de sus logros, mostrando sinceridad.
4. Contacto visual: María evita el contacto visual cuando Juan menciona la falta de reconocimiento, lo que puede indicar incomodidad o culpa.
5. Tono de voz: Juan habla con un tono elevado cuando expresa su frustración, señal de que está emocionalmente afectado.
6. Proximidad física: Ambos se sientan en extremos opuestos de la mesa, lo que refleja una distancia emocional.
7. Movimientos de los pies: Notas que Juan mueve los pies nerviosamente bajo la mesa, indicando ansiedad.
8. Respiración: María toma respiraciones profundas antes de responder a las acusaciones de Juan, intentando mantener la calma.
9. Sonrisas: Juan sonríe de manera forzada cuando intenta suavizar sus críticas, lo que indica que no está completamente relajado.
10. Silencios: Hay un silencio prolongado después de que María menciona una posible solución, lo que puede indicar que Juan está considerando seriamente la propuesta.

Intervención del mediador:

• Reconocer emociones: “Juan, parece que te sientes frustrado por la falta de reconocimiento. ¿Podrías compartir más sobre cómo te afecta esto?”
• Fomentar apertura: “María, noto que cruzas los brazos cuando hablamos de responsabilidades. ¿Hay algo específico que te preocupa?”
• Buscar claridad: “Ambos han mencionado puntos importantes. ¿Podemos explorar juntos cómo podríamos abordar estas preocupaciones de manera constructiva?”

Este ejemplo muestra cómo puedes utilizar la observación del lenguaje no verbal para entender mejor las emociones y preocupaciones de las partes, y así facilitar una mediación más efectiva.

GRACIAS

José A. Veiga