
La mediación de pareja es un espacio terapéutico y técnico que permite abordar conflictos relacionales desde la escucha activa, la responsabilidad compartida y la búsqueda de acuerdos sostenibles. A menudo, las dinámicas afectivas se construyen sobre cimientos que no siempre resisten las presiones de la convivencia, el desgaste emocional o la evolución individual. Para ilustrar estas estructuras relacionales, podemos recurrir a una metáfora literaria: el cuento de los tres cerditos.
Construcciones emocionales y resiliencia vincular
En el relato clásico, cada cerdito construye una casa con diferentes materiales. Esta metáfora resulta útil para explorar los diferentes tipos de vínculos que se observan en mediación:
Tipo de casa
- Paja: Vínculo rápido, idealizado, sin bases sólidas, colapsa ante el primer conflicto.
- Madera: Relación con esfuerzo, pero con omisión de aspectos fundamentales, resiste ciertos embistes pero con fracturas internas
- Ladrillo: Vínculo trabajado en confianza, comunicación y acuerdos explícitos, con capacidad de reconstrucción consciente.
El “lobo” que aparece en el cuento puede interpretarse como las crisis externas (económicas, familiares) o internas (celos, rutina, desencuentro emocional) que ponen a prueba la estructura de la pareja.
Aspectos centrales que aborda la mediación profesional
Para generar un marco de trabajo eficiente, el mediador debe tener en cuenta:
• Diagnóstico de la comunicación: Detectar si existen dinámicas de agresión, pasivo-agresividad o silenciamiento emocional.
• Análisis de valores y expectativas: Identificar si el proyecto de vida común está vigente o ha evolucionado en direcciones distintas.
• Revisión de pactos no expresados: Muchos conflictos se originan en acuerdos tácitos que fueron asumidos, pero no negociados.
• Espacio seguro para la expresión emocional: Crear un entorno donde cada parte pueda manifestar sus necesidades sin ser invalidada.
• Trabajo sobre la corresponsabilidad: Evitar la polarización de roles (víctima/responsable) e invitar a ambas partes a reconstruir desde la implicación activa.
¿Reconstrucción o redefinición?
No todas las mediaciones tienen como objetivo la continuidad del vínculo. El trabajo profesional implica también facilitar una separación consciente y respetuosa si ese es el camino elegido.
La casa de ladrillo no siempre es sinónimo de pareja eterna: puede ser también una estructura nueva donde cada uno encuentre bienestar por separado, pero sin romper el puente del respeto.
Conclusión
La mediación, entendida como herramienta estructural de reparación relacional, permite pasar de vínculos frágiles (paja o madera) a la construcción de espacios más sólidos (ladrillo), sean compartidos o individuales.
El cuento infantil nos recuerda que no basta con construir deprisa; en la pareja, como en la arquitectura, es necesario pensar en los cimientos para resistir al viento de los desacuerdos.
Ejemplo 1:
La casa de paja. Relación impulsiva con escasa comunicación.
Contexto: Una pareja joven que inició la relación rápidamente, se fue a vivir junta tras pocas semanas. En mediación, presentan constantes discusiones por celos y falta de privacidad.
Aplicación de la metáfora:
• La relación fue construida con “paja”: ligera, sin estructura emocional ni acuerdos previos.
• No se abordaron temas como gestión del espacio personal, expectativas futuras ni límites afectivos.
Intervención del mediador:
• Explorar cómo la rapidez afectó la construcción del vínculo.
• Generar espacio para definir reglas básicas y revisitar las razones del compromiso.
• Preguntar: ¿están listos para construir con madera o ladrillo?
Ejemplo 2:
La casa de madera. Relación funcional con conflictos acumulados
Contexto: Matrimonio de 7 años con hijos. Han enfrentado dificultades económicas y estrés laboral. El desgaste emocional se manifiesta en la desconexión afectiva.
Aplicación de la metáfora:
• La casa de madera fue construida con esfuerzo, pero sin mantenimiento constante.
• Algunas estructuras son sólidas (como el cuidado parental), pero otras (como el afecto) están deterioradas.
Intervención del mediador:
• Diagnóstico de áreas fuertes y frágiles de la relación.
• Plantear ejercicios de reconexión emocional.
• Posibilidad de reforzar la casa con “ladrillos”: pactos conscientes, espacios personales, revisión de prioridades.
Ejemplo 3:
La casa de ladrillo. Relación sólida que enfrenta un cambio vital
Contexto: Pareja consolidada con buena comunicación. Uno de ellos desea mudarse de país por crecimiento profesional; el otro no quiere dejar sus raíces.
Aplicación de la metáfora:
• La casa está bien construida, pero aparece un “lobo” potente: un cambio vital que puede sacudir la estructura.
• No es un conflicto interno, sino una tensión por proyectos individuales.
Intervención del mediador:
• Reconocer que incluso las casas de ladrillo necesitan ampliaciones o reformas.
• Facilitar la negociación de nuevas formas de vinculación: pareja a distancia, acuerdos temporales, exploración conjunta de escenarios.
Extra: Propuesta para utilizar la metáfora directamente en mediación
Muchos mediadores emplean dinámicas narrativas. Puedes invitar a las partes a responder:
• ¿Cómo describirías tu relación actual: paja, madera o ladrillo?
• ¿Qué parte de la casa está más fuerte o más frágil?
• ¿Qué “lobo” ha soplado recientemente?
Este tipo de abordaje puede descomprimir el conflicto, favorecer la reflexión simbólica y permitir avanzar con mayor empatía.
Gracias por leerme.
José A. Veiga