La mediación es un proceso fundamental para resolver conflictos de manera constructiva y colaborativa. Como mediador profesional, es crucial comprender las diferencias entre posiciones, intereses y necesidades para facilitar una negociación efectiva.

Los intereses son aquello que nos motiva, y se relacionan con nuestras necesidades, deseos, aspiraciones, preocupaciones y miedos. En cambio, una posición consiste en una demanda concreta que realizamos ante los demás para asegurarnos de que nuestros intereses quedan satisfechos.

Para llegar a una solución juiciosa, hay que conciliar los intereses, no las posturas. Cuando se habla de posiciones se hace referencia a la manifestación oral o escrita de los intereses personales.

Los intereses responden a la cuestión “¿por qué lo quieres?”. Se trata de objetivos negociadores de las partes, que pueden ser desde individuales (satisfacer el interés de una parte no afecta los intereses de las otras) a incompatibles (satisfacer el interés de una parte implica no satisfacer a los de otras). Los intereses definen el problema.

A continuación intentaré desgranar un poco estas ideas detallando un poco más lo que entiendo por posiciones, intereses y necesidades; y como poder gestionarlos.

1. Posiciones

Las posiciones son las demandas específicas que las partes expresan durante una negociación. Estas pueden parecer inamovibles y a menudo se presentan como “líneas rojas”. Por ejemplo, en un conflicto de custodia de hijos, una posición podría ser: “Quiero la custodia completa”.

Las posiciones en el proceso de mediación: más allá de las demandas iniciales

En el contexto de la mediación, las posiciones son elementos clave que debemos comprender. Veamos en detalle qué son y cómo se relacionan con la resolución de conflictos:

1. Importancia en la mediación:
   • Identificar las posiciones iniciales es fundamental para entender el conflicto.
   • Las posiciones pueden ser rígidas y aparentemente contradictorias.
2. Ejemplos de posiciones:
   • Posición en un divorcio: “Quiero la custodia completa de los hijos”.
   • Posición en una herencia: “Deseo la mitad de la herencia”.
   • Interés subyacente: “Quiero asegurarme de que mis necesidades financieras estén cubiertas”
3. Cómo abordar las posiciones:
   • Escucha activa: Presta atención a las palabras y emociones de las partes. ¿Qué hay detrás de estas demandas?
   • Pregunta “¿Por qué?”: Indaga más allá de las posiciones para descubrir los intereses subyacentes.
   • Reencuadra las posiciones: Ayuda a las partes a ver el conflicto desde diferentes perspectivas.
   • Genera opciones creativas: Busca soluciones que satisfagan las necesidades y preocupaciones de ambas partes.
4. Superando posiciones enquistadas:
   • A veces, las posiciones iniciales son solo la superficie del conflicto.
   • El mediador debe fomentar la flexibilidad y la búsqueda de soluciones más allá de las demandas iniciales.

En resumen, comprender las posiciones es esencial para guiar a las partes hacia acuerdos mutuamente satisfactorios.

2. Intereses

Los intereses son las razones subyacentes detrás de las posiciones. Identificar los intereses reales es esencial para una mediación exitosa. Los intereses pueden ser necesidades básicas, deseos o motivaciones personales. A menudo, los intereses son más flexibles que las posiciones y permiten encontrar soluciones creativas.

Ejemplo:

• Posición: “No quiero vender la casa familiar”.
• Interés subyacente: “Tengo un fuerte apego emocional a la casa y quiero preservar los recuerdos familiares”.

Los intereses en el proceso de mediación: descubriendo motivaciones ocultas

En el contexto de la mediación, los intereses desempeñan un papel crucial. Vamos a explorar más a fondo qué son y cómo se relacionan con el proceso de resolución de conflictos:

1. Importancia en la mediación:
   • Identificar los intereses reales es esencial para una mediación exitosa.
   • Los intereses pueden ser necesidades básicas, deseos personales o metas a largo plazo.
2. Ejemplos de intereses:
   • Interés en la estabilidad financiera: En un conflicto laboral, un empleado puede estar motivado por la seguridad económica.
   • Interés en la relación familiar: En un divorcio, ambas partes pueden desear mantener una buena relación con los hijos.
3. Cómo descubrir los intereses:
   • Escucha activa: Presta atención a las palabras y emociones de las partes. ¿Qué subyace detrás de sus posiciones?
   • Pregunta “¿Por qué?”: Indaga más allá de las demandas superficiales. Ejemplo: “¿Qué te preocupa más en esta situación?”
   • Explora motivaciones personales: ¿Qué aspiraciones, valores o necesidades están en juego?
4. Superando posiciones rígidas:
   • Al comprender los intereses, es posible moverse más allá de las posiciones inamovibles.
   • Ayuda a las partes a ver el conflicto desde una perspectiva más amplia y humana.

En resumen, los intereses son las llaves que abren puertas hacia soluciones colaborativas en la mediación. Como mediador profesional, tu habilidad para descubrir y abordar estos intereses será fundamental para lograr acuerdos mutuamente satisfactorios.

3. Necesidades

Las necesidades son los elementos esenciales que deben satisfacerse para que una persona se sienta completa y satisfecha. Estas pueden ser físicas, emocionales o psicológicas. Identificar las necesidades ocultas es crucial para encontrar soluciones duraderas.

Las necesidades en el proceso de mediación: comprendiendo lo esencial

En el contexto de la mediación, las necesidades desempeñan un papel fundamental. Veamos en detalle qué son y cómo se relacionan con el proceso de resolución de conflictos:

1. Importancia en la mediación:
   • Las necesidades subyacen a las posiciones y los intereses.
   • Comprender las necesidades reales permite abordar el conflicto de manera más efectiva.
   • A menudo, las partes en conflicto no expresan directamente sus necesidades, lo que requiere una exploración más profunda.
2. Ejemplos de necesidades:
   • Necesidad de seguridad financiera: En un conflicto de divorcio, una parte puede necesitar garantías económicas para el futuro.
   • Necesidad de reconocimiento: En disputas laborales, el reconocimiento profesional puede ser una necesidad importante.
   • Necesidad de pertenencia: En conflictos familiares, la necesidad de mantener relaciones afectivas puede ser primordial.
3. Cómo abordar las necesidades:
   • Escucha activa: Presta atención a las palabras y emociones de las partes para identificar sus necesidades.
   • Pregunta “¿Por qué?”: Indaga más allá de las posiciones para descubrir los intereses subyacentes.
   • Genera opciones creativas: Busca soluciones que satisfagan las necesidades de ambas partes.
   • Enfócate en el bienestar general: Considera cómo las soluciones afectarán a las necesidades fundamentales de cada parte.
4. Superando posiciones enquistadas:
   • Al abordar las necesidades, es posible moverse más allá de las posiciones rígidas.
   • Ayuda a las partes a ver el conflicto desde una perspectiva más amplia y humana.

En resumen, las necesidades son los cimientos sobre los cuales se construye una solución duradera en la mediación. Como mediador profesional, tu habilidad para identificar y abordar estas necesidades será clave para lograr acuerdos mutuamente satisfactorios.

Estrategias para gestionar posiciones, intereses y necesidades

1. Escucha activa: Presta atención a las palabras y emociones de las partes para identificar sus intereses y necesidades.
2. Pregunta “¿Por qué?”: Indaga más allá de las posiciones para descubrir los intereses subyacentes.
3. Genera posiciones creativas: Busca soluciones que satisfagan los intereses y necesidades de ambas partes.
4. Enfócate en intereses comunes: Encuentra puntos en común para construir acuerdos beneficiosos.
5. No rechaces posiciones de forma tajante: Explora cómo las posiciones pueden traducirse en intereses y necesidades.

La mediación se basa en la conciliación de intereses, no en la mera aproximación de posiciones. Al comprender y abordar posiciones, intereses y necesidades, podrás guiar a las partes hacia soluciones mutuamente satisfactorias.

GRACIAS

José A. Veiga