¿Es la mediación familiar adecuada para ti? 10 preguntas clave.

La mediación familiar es un proceso extrajudicial en el que un mediador neutral e imparcial ayuda a las partes en conflicto a alcanzar un acuerdo mutuamente satisfactorio. Se trata de una herramienta eficaz para resolver diversos tipos de disputas familiares, como:

  • Separación y divorcio: Custodia de los hijos, régimen de visitas, pensión alimenticia, reparto de bienes, etc.
  • Herencias y sucesiones: Reparto de la herencia, testamentos, legítimas, etc.
  • Violencia familiar: Conflictos entre padres e hijos, hermanos, parejas, etc.
  • Problemas de comunicación: Dificultades para comunicarse de manera efectiva, falta de respeto, desavenencias en la toma de decisiones, etc.

¿Cómo saber si la mediación familiar es adecuada para tu caso?

Para ayudar a nuestros posibles usuarios, de los servicios que ofrecemos, a determinar si la mediación familiar puede ser una buena opción para ti, yo les invito a reflexionar sobre las siguientes 10 preguntas:

  1. ¿Existe un conflicto real entre las partes? La mediación no es un proceso terapéutico ni de asesoramiento, por lo que es importante que haya un conflicto concreto que resolver.
  2. ¿Están las partes dispuestas a dialogar y llegar a un acuerdo? La mediación requiere la voluntad y el compromiso de todas las partes involucradas.
  3. ¿Es el conflicto susceptible de ser resuelto mediante un acuerdo? Algunos conflictos, como los que implican violencia o abuso, pueden no ser adecuados para la mediación.
  4. ¿Han intentado otras formas de resolver el conflicto sin éxito? La mediación puede ser una alternativa a otros procesos más largos y costosos, como los juicios.
  5. ¿Confían las partes en un mediador neutral e imparcial? El mediador no debe tomar partido por ninguna de las partes, sino que debe facilitar la comunicación y el diálogo.
  6. ¿Están las partes dispuestas a ceder y buscar soluciones creativas? La mediación no busca imponer una solución, sino que se basa en el consenso y la colaboración.
  7. ¿Es importante para las partes mantener una relación cordial en el futuro? La mediación puede ayudar a preservar las relaciones familiares, incluso después de un conflicto.
  8. ¿Tienen las partes la capacidad emocional para afrontar el proceso de mediación? La mediación puede ser un proceso emocionalmente intenso, por lo que es importante que las partes estén preparadas.
  9. ¿Tienen las partes claro cuáles son sus intereses y necesidades? Reflexionar sobre estos aspectos antes de iniciar la mediación puede ser útil para llegar a un acuerdo.
  10. ¿Están las partes dispuestas a invertir tiempo y esfuerzo en el proceso de mediación? La mediación requiere la participación activa de todas las partes involucradas.

Si responden afirmativamente a la mayoría de estas preguntas, es probable que la mediación familiar sea una buena opción para él/ella. Un mediador profesional puede ayudarle a iniciar el proceso y guiarle en la búsqueda de un acuerdo satisfactorio para todas las partes.

Recordarles que la mediación es un proceso voluntario y confidencial. Las partes tienen derecho a retirarse del proceso en cualquier momento.

Si estás interesado/a en la mediación familiar, les invitamos a contactar con un mediador profesional o con un centro de mediación especializado en conflictos familiares.

GRACIAS

José A. Veiga

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