Recién iniciado el mes de junio, y amanecer con una noticia del calibre de la abdicación del Rey Juan Carlos y con un síndrome continuo de la mediación me lleva aprovechar las circunstancias para reflexionar una vez más sobre nuestra filosofía aplicándola a la situación actual. Siempre con el máximo respeto a su decisión y su persona.
Majestad, permítame ofrecerle los servicios de los mediadores para poder gestionar los «conflictos» que se le vienen encima. Igual que en cualquier mediación de empresa familiar cuando el patriarca deja su poder y decide delegar en alguno de sus hijos, aunque en el caso de la Casa Real tenemos claro quién va a ocupar su lugar.
Oiríamos todas las partes, cada una con sus intereses, necesidades y como no, sus posiciones, bien claras en cada caso.
Los mediadores le ayudaríamos a mantener la comunicación entre todos los miembros de su familia, sin dejar fuera a nadie, en una decisión tan importante para Usted y su país.
Si tuviera la suerte de tener un protocolo familiar gestionaría este tema de manera positiva, porque todo estaría ya trabajado, pero me temo que no va a ser así.
Los mediadores escucharíamos sus necesidades, sus intereses, los de su Majestad La Reina, haríamos que todas las partes empatizasen con Usted y reformulariamos sus propuestas.
Que las partes entendiesen su decisión, que usted escuchase a todos y llegarán a su acuerdo,a su decisión.
Facilitaría a su hijo el camino a ocupar su lugar, tendría la fuerza suficiente para afrontar ese puesto, para el que no me cabe ninguna duda se encuentra preparado, pero ahora más que nunca alguien debería preguntarle: ¿Cómo se sienten? ( tanto el Rey como el futuro monarca)
Y una vez finalizada la mediación, seguro que la sociedad entendería sus decisión, porque comprenderíamos sus necesidades, sus posiciones y sus necesidades en este momento.
Nos falta toda la fase del cuéntame donde seguro saldrían todas esas ideas.
Los mediadores somos capaces de hacer todas esas cosas, aunque todavía seamos una figura no reconocida ni difundida en nuestro país, y permítame que aproveche esta noticia para dar un pasito más en la lluvia fina de la mediación.
GRACIAS por existir.