Nos da miedo el cambio, hacer cosas nuevas, lo desconocido… Nombramos los miedos de una manera frecuente: miedo a cambiar de trabajo, de pareja, a hacer o a aprender cosas nuevas o a vivir fuera…
Si estás estancado en una vida gris, es posible que vivas en una burbuja llamada «zona de confort».
La zona de confort es un estado mental que no permite el crecimiento personal y todos aquellos fenómenos vinculados con el aprendizaje de conductas que nos hacen lograr un alto grado de satisfacción con el modo en el que se vive la vida.
Aunque esta zona de confort pueda parecer agradable (ya que nos permite seguir siempre con el «piloto automático» puesto), no es un lugar suficientemente estimulante y a la larga no salir de ella puede hacer que nos sintamos vacíos y se caiga en la apatía o en ciertas dinámicas de comportamiento relacionadas con la depresión.
¿No sales por miedo?. El miedo es una emoción básica y y además adaptativa. Esto último significa que nos sirve y nos ha servido para sobrevivir. Sin miedo tocaríamos el fuego, o cruzaríamos la calle sin mirar. Por lo tanto, el problema viene cuando ese miedo está presente incluso cuando no hay peligro.
Lo desconocido, lo nuevo, suele resultar molesto, porque la incertidumbre que se crea nos puede afectar.
Cuando entran las partes en las salas de mediación, vienen con muchos miedos: qué será de su vida, cuántos cambios tienen que hacer, ¿sabrán adaptarse a la nueva vida.. ?, miedos reales e incluso imaginarios, porque muchos miedos los crea nuestra cabeza sin fundamento. Y estos miedo si se vuelven obsesivos son los peores, porque la causa que los origina no existe.
Según los expertos existen formas para aliviar estas situaciones. Por un lado, clarificar nuestros valores para permitir marcar hacia dónde vamos en nuestra vida, y por otro, gestionar los pensamientos intrusivos que se instalan en nuestra cabeza y nos «atrapan» para que no demos el paso a lo nuevo, son del tipo «si salgo de mi zona de confort me va a pasar algo…, «si decido cambiar de pareja seguro que ya nunca más nadie me querrá…»,» si decido cambiar de trabajo seguro que me quedo en el paro y no encuentro nada más…»
Nuestra mente nos dice que no avancemos, que puede ser terrible. Eso nos paraliza, sin motivo para ello en la mayoría de loas ocasiones. Lo cierto es que para ir hacia cualquier dirección, lo primero es dar un paso adelante. Piensa: La vida comienza al final de tu zona de confort. Pero cuidado, usa el sentido común, tampoco te lances al vacío.
¿Por qué debo hacerlo?
- Porque si no lo hacemos nos podemos perder una parte importante de la vida.
- Dejar la zona de confort es el inicio de una vida más plena.
- Tenemos que salir de la zona de confort para poder crecer,
Piensa esta pregunta y responde: ¿qué te impide salir de tu zona de confort?
Gracias por tu tiempo.
José A. Veiga
Muchísimas gracias por la existencia de este espacio. El próximo tema podría ser el manejo de la ansiedad. Saludos desde Chile.