Buscas la victoria y lo que necesitas es la paz.

El otro día en la obra de teatro «Las bicicletas son para el verano», uno de los actores dijo.. «No han conseguido la paz han conseguido la victoria…» Y me hizo pensar… En mediación ¿qué queremos?

El mediador tiene que saber manejar las emociones que se dan en el proceso que tiene delante, personas que viene con un conflicto del tipo que sea y manejando esas emociones debe intentar que las partes lleguen a unos acuerdos, que deben ser suyos, de las partes, no del mediador.

Si cuando trabajemos esas emociones dejamos que las partes se anclen en el pasado no avanzaremos en el diseño del traje a medida que tenemos que elaborar con las partes, les tenemos que ayudar a llegar a esos acuerdos extrajudiciales.

Otro problema es que solo se centren en lo negativo y en intentar cambiar algo imposible : su pasado. Debemos dejar que saquen ese pasado, eso negativo, pero no que entren en un bucle donde solo hablen de ello.

Es bueno que lo saquen como trampolín para avanzar, para diseñar un futuro. El proceso y la labor del mediador consiste en hacerles ver que el pasado pasado esta y que deben cambiar esa situación, que vean el futuro, lo positivo y que rebajen la carga emocional que traen, que de no conseguirlo la mediación no va a surtir el efecto deseado.

Que debemos mejorar la comunicación, y aunque cueste, debemos intentar entender al otro, los motivos que le han llevado a actuar de la manera que lo ha hecho.

En la mediación las emociones son de lo más importante, saber gestionarlas y dirigirlas con buen fin es garantía de que resulte exitosa. Las emociones surgen en todo el proceso, no solo en el famoso «cuéntame».

En cualquier fase pueden volver a aflorar, no olvidemos que la mediación es un proceso flexible, nunca rígido, hay fases marcadas pero no ordenadas estrictamente, podemos ir de una a otra, volver a una anterior, saltarnos alguna o empezar por esa que los manuales nos han dicho que nunca deberíamos empezar, no olvidemos que el proceso es de las partes y nuestro, pero que somos sastres simplemente y que el traje es a la medida, pero que son las partes quienes eligen colores, telas, modelos…

Y no olvidemos que cuando llegan a nosotros han vivido en una «guerra» de la cual hay que ver si desean la paz o la victoria.

Conocer cómo funcionan las emociones es fundamental para ayudarles en la gestión de su conflicto y el mediador tiene que tener conocimientos de relaciones interpersonales, de conflicto, y no pensemos que entonces todos los psicólogos pueden ser mediadores.

Lo escribo porque los especialistas en el campo legal tienden a confundir la mediación con la negociación propia que ellos realizan o con la conciliación que tan profesionalmente ejercen. Ser mediador es algo más y diferente.

El objetivo de la mediación es la recuperación de la comunicación de las partes y con ella llegar a un acuerdo elaborado por ellos, redactándolo en un documento escrito. Cualquiera otro objetivo ya es de otras disciplinas : terapeutas, abogados,…

La mediación es un proceso flexible y más estructurado centrado en la tarea final; la terapia posee una estructura más abierta y fluida donde se tratan sentimientos. El proceso de mediación es legal (mezcla asuntos legales y emocionales). En la mediación, las emociones se controlan y dirigen para que no interfieran y así conseguir el acuerdo final, en terapia se analizan y exploran.

La mediación tiene su efecto terapéutico y el que no lo quiera ver o lo quiera negar esta equivocado. La diferencia con terapia radica en que en esta ese efecto es el objetivo, en la mediación el efecto terapéutico no es el objetivo que se persigue.

En mediación si no aportan ellos cosas del pasado no son necesarios para avanzar.

Cuando hablamos de mediación, combinamos aspectos legales y emocionales y el rol de mediador también puede confundirse con el trabajo llevado a cabo por el psicólogo en contextos judiciales. Y aquí quiero abrir un espacio bien grande al resto de las profesiones que ejercen en mediación, parece que solo hablamos de psicólogos y abogados, cuando hay muchas otras que imparten aire fresco a la mediación, trabajadores sociales, periodistas, graduados sociales, educadores sociales,….

La relación que se establece en mediación no consiste en saber quien tiene o no razón sino en que los dos se sientan satisfechos con el acuerdo al que intentan llegar. Para ello hay que identificar lo que cada uno quiere, admitir la responsabilidad que tienen en el conflicto, quien dice la verdad, quien miente. La mediación no necesita que sea el Juez quien decida quien tiene o no razón.

Las partes deben ser capaces de resolver sus diferencias con la ayuda del mediador y llegar a sus propios acuerdos. La mediación necesita al conflicto, vive del conflicto, debe transforma la concepción del conflicto. Solo si después de un proceso de mediación las partes no son capaces de llegar aun acuerdo, entonces es cuando debe intervenir un tercero.

Y no olvidemos que la mediación es voluntaria, donde cada uno acude sin ser condicionado por una tercera persona, sin ser aconsejado por una tercera persona ajena al proceso a acudir a mediar con la intención de sacar los intereses y necesidades del otro y luego hacer uso de ellas en el juzgado.
Si la mediación no es elegida por las partes, difícilmente va a ser positiva, si a mediación me han «llevado»… Nunca saldrá la verdadera esencia del proceso. Estará influenciado o dirigido por una persona que no estará en el proceso pero que desde fuera dirigirá los hilos de una de las partes…

El mediador será creíble mediante su competencia profesional, creando un buen ambiente físico y emocional en el que las partes en conflicto se encuentren seguros y tranquilos para iniciar el proceso. Esa profesionalidad también se adquiere con una actitud y conducta equitativa, asegurando la confidencialidad y solicitando esa confidencialidad a las partes (que difícil…).

Personalmente confieso mi absoluta preocupación por el camino que está siguiendo la mediación. Por la cantidad de agentes externos y personas que están intentando dinamitarla desde fuera, y la verdad que no todos entendemos la mediación igual y la practicamos de manera diferente.

Si a este panorama añadimos que parece que solo existe las mediaciones intrajudiciales con todos los problemas que tienen, y encima las cerramos a colectivos que ven peligrar el pan suyo de cada día… Y sin olvidarnos de las peculiaridades de nuestras leyes, que no ayudan a que esto avance.

Se hace obligatorio unir esfuerzos, sumar en vez de restar, dejar que este método fructifique o se hunda por si solo, pero dejarlo crecer, que la semilla ya la hemos puesto, no lo ahoguemos antes de asomar…

¿Buscas tu victoria o lo que quieres es que encuentren la Paz?

Gracias.
José Antonio V.

3 comentarios en “Buscas la victoria y lo que necesitas es la paz.

  1. “La mediación es un proceso flexible y más estructurado centrado en la tarea final”, esto afirmas en tu post José Antonio. Acertadamente, en mi opinión. Y es que, no se trata tanto de preocuparse por regular un procedimiento, el de la mediación, por lo demás netamente flexible, acudiendo a pautas y protocolos rigurosamente reglados, perfectamente definidos y delimitados (esto se puede hacer, esto no), si después, a la hora de la verdad, en el temporal del abordaje del conflicto (específico, único y personalísimo) son de imposible cumplimiento o directamente inaplicables al caso particular.

    Esto viene al caso porque en un debate en Internet (¿Sesión informativa conjunta o separada?, http://lnkd.in/d8Vvyzc), Pedro Alarcón, mencionaba que hay “términos que no son fáciles de definir y que cada uno interpreta en uno u otro sentido”. Es cierto y es algo que generalmente tendemos a intentar paliar con la rigidez de limitaciones y regulaciones, y que siempre me evoca el escenario de un barco naufragando. Por visualizarlo más dramáticamente, pensemos en esos fotogramas cinematográficos del Titanic, o las imágenes de las TV durante la evacuación del Concordia. “Las mujeres y los niños primero”, es la ley no escrita. Clara, concisa, indubitada. Se entiende perfectamente lo que se quiere decir. Lo que hay que hacer. No existe asomo de duda. Un concepto e ideas muy claras…que son papel mojado, nunca mejor dicho, porque nadie la cumple. Un estudio de 18 naufragios realizado por investigadores de la Universidad de Uppsala (Suecia) lo confirma. La investigación concluye en que manda la ley del más fuerte y, generalmente, los hombres se salvan a sí mismos. Nada de honor ni espíritu de sacrificio cuando las olas azotan la cubierta y la nave se viene a pique…El protocolo es salvase quien pueda. http://www.pnas.org/content/109/33/13220.abstract

    No pueden existir verdades absolutas en mediación en relación a las pautas y protocolos de actuación -salvado el marco legal del procedimiento- cuando cada caso es único. No, si no queremos engañarnos parapetándonos en la falsa seguridad de la promiscuidad reguladora. De existir una pauta universal debiera ser la del sentido común, que no es ni más ni menos –en lo que atañe a la mediación- que la obligación profesional y ética que compete a la persona mediadora para ser un agente de realidad en el procedimiento, desde su propio conocimiento y experiencia. Desde el inicial diseño y control del proceso y modelo de intervención, hasta su finalización.

    (Por cierto, ¿para cuándo un post sobre la mediación y las Fuentes Tamáricas? La mediación como misterioso fluir de Reana que, como estanque de encuentro, llena o vacía al aparente antojo de su magia las posibilidades de acercamiento, siempre precedido de un rumor subterráneo como señal inequívoca de que el conflicto comienza a encontrar una salida, una solución…)

    • Estimado Andrés.
      Como siempre leo tus reflexiones con mucho interés, cada palabra manda un mensaje. Y del post de las Fuentes Tamaricas, me sorprende que lo hayas escrito, no sabia que conocías que yo nací allí, en el «paraíso» del Norte de Palencia. Las visito cada vez que voy y siempre me sorprende la magia del agua, que brota sin saber porque y se seca sin una causa aparente…. Gracias por tus reflexiones.

  2. Pingback: MCM Mediacion civil y mercantil | Buscas la victoria y lo que necesitas es la paz.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s