Otro post desde la experiencia, resumiendo en 15 los errores que cometemos los mediadores y debemos evitar si deseamos ser verdaderos mediadores. Ya sabemos que al ponernos la palabra mediador nos han etiquetado, ojalá fuéramos especialistas en resolver conflictos, pero nos han puesto la etiqueta de mediadores, no negociadores, ni conciliadores, ni árbitros….
El mediador es el encargado de ayudar a las partes implicadas en el conflicto a buscar alternativas o soluciones al problema, es decir, gestionar la comunicación entre las partes. Uno de sus principales objetivos es generar un clima cordial.
Donde las partes empiecen a confiar en el mediador y por ello en la mediación.
El mediador, no propone alternativas, sino que debe usar las herramientas existentes para que sean los interesados quienes comiencen a proponer alternativas, deben ser las partes en el conflicto, con ayuda del profesional, quienes planteen y planifiquen como podrían resolver la situación en el futuro, sin anclarse en el pasado.
Así que cuando nos pongamos el traje de mediar, las normas son muy claras, Y estos errores son los más comunes.
- Preguntar demasiado: sólo si es imprescindible. Mejor escuchar mucho.
- Demasiados “por qué”: Intentar sustituir por “para qué” o en lugar de ¿Por qué dijiste…? decir ¿Qué paso antes de que dijeras …?
- Emitir juicios: No: “uno de vosotros no dice la verdad”. Si: “ambos tenéis versiones diferentes”
- Aconsejar: En lugar de ¿No crees que sería bueno que tu hijo tuviera una buena relación con su padre? ….. ¿Cómo te gustaría que fuera la relación de tu hijo con su padre?
- Pensar que conocemos la solución: Son las partes las que mejor la conocen
- ¿Proponer acuerdos en caso de estancamiento?
- No escuchar más allá de las palabras: comentarios, gestos, miradas…
- Amenazar: No: “Si no llegáis a un acuerdo tendréis un coste muy elevado en peritos, contador partidor, abogados, juicios,etc.”. Si: “Hemos avanzado mucho ¿qué podemos hacer para seguir?”
- Que las partes se amenacen: produce una escalada del conflicto
- Repetir como un papagayo lo que las partes dicen. Hay que transmitir lo que parte quiere decir.
- Ser rígido o cuadriculado: la planificación no implica rigidez. El proceso es flexible en todo su desarrollo.
- Discutir con las partes: Mostrar disgusto, disconformidad
- Alentar la reconciliación: No pedir abrazos, ni disculpas o cosas similares.
- Imponer la mediación: Felicitar por su presencia y respetar el deseo de no iniciar o no continuar la mediación.
- Ser protagonista. Dejemos el ego fuera de la sala de mediación.
¿En cuántos te ves reflejado? Lo importante es darse cuenta de que les hemos cometido y no vamos a volver a caer en ellos.
Saludos y gracias
José A. Veiga