
Si estás pasando por un período complicado, no dejes que esta situación te sobrepase e intenta trabajar la resiliencia. Se trata de encontrar los recursos que te permitirán aprender de la adversidad y avanzar hacia el futuro con una mayor fortaleza.
Cuando llegan a nuestros despachos están pasando una situación muy difícil, en muchos casos ellos creen que, sin solución, debemos trabajar con ellos la adaptación a lo que les espera en su «nueva» vida, a cómo quieren que sea su vida dentro de un año…
A lo largo de nuestro camino por la vida, con nuestra mochila personal repleta de múltiples emociones, pasaremos por situaciones muy complicadas, que pondrán a prueba nuestra capacidad de resistencia.
Pero mientras unas personas son superadas por la situación que viven, hay otras que consiguen adaptarse a la nueva situación, y aun sintiendo dolor ante lo ocurrido, buscan los aspectos positivos de esos momentos y salen fortalecidos. Esas son las personas que llamamos resilientes.
Hay que tener en cuenta que el camino hacia la resiliencia lleva su tiempo y una gran capacidad de esfuerzo, porque para lograrlo hay que pasar por situaciones límites y enfrentarse, cara a cara, a los retos de la vida.
Tener una red de amigos (no solo amigos de las redes sociales) nos permitirá saber y sentir que no estamos solos ante situaciones difíciles de la vida. Tener una actitud positiva, no siempre es fácil, para intentar evitar situaciones momentos complicados.
Procurar que las emociones negativas no se adueñen de nuestros pensamientos. Confiar en nuestras fortalezas y conocer nuestras debilidades. Saber que de todo se aprende, de lo bueno y de lo malo.
Ser realista. No nos engañemos, seamos conscientes de lo que vivimos, y que estamos en una realidad cambiante día a día, y esa realidad puede ser muy dolorosa. No debemos resistirnos a los cambios, hay que ser flexibles e intentar adaptarnos a ellos.
Piensa que no se trata de controlar las situaciones, sino de cambiar tus sentimientos sobre lo que ha ocurrido. E intentar centrar tus pensamientos en las soluciones y no en los problemas, que ya no podemos cambiar lo ocurrido.
Entrena y práctica la empatía, no la simpatía. Intenta comprender a la otra persona; ponte en sus zapatos y escúchala de forma activa, sin aconsejarla ni intentar convencerla. De esta manera sabrás realmente sus sentimientos, necesidades y el porqué de lo que ha hecho. PERO NO LA JUZGUES.
No te encierres en ti mismo, sal a relacionarte con personas con actitud positiva (personas vitamina), intenta evitar las personas tóxicas.
Y algo muy importante, busca tu espacio y tus momentos. En estas situaciones de incertidumbre y estrés, es fundamental buscar un espacio propio y relajado en el que puedas reflexionar, meditar e intentar encontrarte bien.
Que nadie te robe tus momentos y entre en tu espacio. Eso es fundamental. Todos lo necesitamos.
Gracias por leer esta pequeña reflexión.
José Antonio Veiga
muy buena reflexión! gracias a vos!!!