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Después de 23 años de docente, con alumnos de 12 a 14 años, y desde hace 6 impartiendo cursos de mediación y observando como ha ido bajando la edad de las disrupciones, porque han caído valores importantes, como el esfuerzo, el trabajo y la responsabilidad, me siento «algo» capacitado para poder escribir de esto. Llevo en el mundo de la mediación una década y aplicando las técnicas en mis clases cuando surge un pequeño o gran conflicto, y alguna experiencia habré sacado…
En esta segunda parte de la mediación escolar me gustaría abordar como algunos profesores reaccionan ante una implantación de un equipo de mediación. A estos se les comunica, normalmente, en un claustro general, donde alguien del equipo directivo les expone en qué va a consistir esto de la mediación. La idea les suele fascinar pero solo para conflictos entre alumnos y que medie siempre un profesor, que será o el orientador del centro (una tarea más) o alguien a quien completar horario y que encima suele ser nuevo en el centro y claro no va a decir que no, este convencido o no.
Esos conflictos entre alumnos y profesores o entre profesores (que los hay…), ellos creen que no deben ser mediados por nadie, que hay que solucionarlos a la manera tradicional, es decir, dando la razón al profesor en el primer caso y en el segundo lo que el director diga. Hay profesores que ya son opuestos desde el principio, porque creen que su principio de autoridad en el aula se va a perder. Pero hay que respetar cada punto de vista diferente, no podemos ni debemos pretender que todos lo acepten, si así fuera, mala señal. Es que pasan del proyecto, no les produce ni frio ni calor.
Yo simplemente pediría a mis compañeros de profesión que lo mismo que hemos aceptado que necesitábamos un cambio metodológico en la enseñanza, y hemos optado por nuevas tecnologías o metodologías, inteligencias múltiples, trabajo cooperativo, destrezas de pensamiento… y poco a poco vamos observando que son positivas y se consiguen iguales objetivos y mejores resultado, no digo calificaciones, porque comparar calificaciones de hace 10 años con las de ahora no es el objetivo ya que los propios alumnos no son lo mismo, ni llegan en iguales condiciones de madurez. O nos adaptamos a los alumnos que tenemos o nos quemamos en nuestra maravillosa labor docente y educativa.
No olvidemos que somos docentes pero también educadores, somos MAESTROS no profesores.
Pues permitamos que la resolución de ciertas disrupciones en el aula o fuera de ella sean tratadas fuera de las normas de convivencia de un centro, demos a los alumnos la oportunidad de que ellos gestionen sus conflictos y busquen sus soluciones. A lo mejor el clima de trabajo cambia y podemos volver a soñar con «aquellos maravillosos años…». ¿Por qué negarnos a la mediación? ¿De verdad creéis que la autoridad la quita la mediación? ¿castigando nos sentimos bien? ¿Resolvemos algo con el método punitivo? Y claro que hay disrupciones y problemas que deben seguir aplicándose las normas establecidas, pero hay muchas que deberían dejar que sean los propios equipos de mediación quienes las resolviesen.
Implantar un equipo de mediación es sencillo, estar convencidos de ello y apoyarlo es otro cantar, porque mientras los centros no acepten que tiene problemas y sigan encerrándose en ocultarlos y solucionándolo con parches poco hemos avanzado.
Nos cansamos de decir y de oír que nuestros alumnos están mal educados, que no tienen valores, que no son como los de antes, pero…¿qué hacemos para cambiar?.
Si los profesores nos bajamos de nuestros pedestales en el tema de la convivencia y asumimos que tenemos problemas con algunos alumnos, con algunos compañeros y que deseamos resolverlo por el bien de todos y si encima dejamos que la solución la aportemos los implicados en dicho conflicto con la ayuda de gente formada para ello, que mas queremos..
Para finalizar una frase que leía en un libro de José Antonio Marina:»Si repetimos muchas veces que los adolescentes son ineducables y difíciles de tratar, conseguiremos que lo sean».
Demos una oportunidad a la mediación, igual que se la hemos dado a otras metodologías, o resolver conflictos no es misión de educadores, porque los números enteros les acabaran aprendiendo, pero a gestionar emociones y resolver conflictos cuanto antes empiecen mejor. Luego cuando salgan a la sociedad nos lo agradecerán. Somos una simple pieza en su educación, pero una pieza importante.
Como siempre, no espero gustar a todos, son simples reflexiones en «voz» alta.
Próxima parte: Mediación escolar obligatoria: padres…
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GRACIAS por leerme.
José Antonio Veiga
Buenas noches,como manejar el bullying cuando este proviene de un educador? Gracias.
Buenas tardes Carolina.
Gracias por leer el post y paso intentar compartir contigo mi opinión. Para que se de bullying tiene que ser entre iguales, y consideró que entre un profesor y un alumno no hay igualdad. Si realmente lo que ocurre es que hay presunto acoso del profesor hacia el alumno los pasos que considero lógicos son: hablar con el profesor y tutor del alumno , luego si continua ponerlo en conocimiento de la dirección del centro para que abran expediente informativo y si no satisface las medidas adoptadas o no convence la resolución del expediente acudiría a la delegación de educación provincial para exponer el caso al inspector correspondiente y que sea la propia Delegacion quien abra ese expediente.
No olvides que tanto para bullying como el tipo de acoso que me refieres se tiene que dar una circunstancia importante: que sea continuado en el tiempo, no algo puntual.
Espero haberte podido ayudar y si algo mas necesitas no dudes en comentármelo.
Saludos
José Antonio