
La comunicación en las sesiones de mediación es fundamental, pero todos sabemos que puede variar dependiendo de cómo se transmite la información y cómo es recibida por el receptor.
¿Cuál usamos más: la verbal o la no verbal?
La comunicación verbal es aquella donde el mensaje es verbalizado, pues se utilizan las palabras ya sea de manera oral o escrita. Mientras que la comunicación no verbal es aquella que se da sin el uso de palabras, se utilizan gestos, miradas, movimientos corporales, entre otras expresiones.
Muchas veces, estos dos tipos de comunicación se utilizan en mediación simultáneamente a la hora de transmitir un mensaje, formando una comunicación mixta que debemos apreciar, y no podemos dejar pasar ninguna señal de ellas, tanto verbal como no verbal.
¿Cuál usamos más como mediadores? ¿En cuál de las dos nos fijamos más en las partes?
La comunicación verbal casi siempre se complementa con la no verbal para reforzar el mensaje y dar una idea más clara de lo que se quiere decir. Aunque en ocasiones estos dos tipos de comunicación pueden contradecirse, y llevarnos a error, durante la transmisión del mensaje. La comunicación verbal nos manda un mensaje que no tiene nada que ver con la no verbal que está emitiendo el emisor del mensaje. Y debemos fijarnos en la no verbal del receptor del mensaje.
La comunicación verbal implica el uso de palabras para construir oraciones que transmiten pensamientos. Estas palabras suelen ser emitidas oralmente.
Los mensajes no verbales se transmiten de manera inconsciente, a la vez que se pueden percibir de forma involuntaria. Y puede que en muchos casos lo que nosotros entendamos como posible respuesta no coincida con la realidad.
La comunicación no verbal puede llegar a ser ambigua, puede engañarnos, debido a que no siempre se puede controlar lo que se transmite con la imagen o las expresiones corporales. De la misma manera, muchas veces estos mensajes no se interpretan de la manera correcta por el receptor.
Por esta razón, la comunicación no verbal generalmente lo que busca es reforzar el mensaje que se transmite verbalmente. Así, el receptor puede hacer una mejor decodificación del mensaje. Y si observamos algo extraño debemos clarificar el mensaje para que no lleve a engaños. No interpretemos si tenemos dudas.
La comunicación verbal y no verbal se puede transmitir de diferentes maneras y con diversos propósitos.
Aunque no lo parezca, y según las investigaciones del antropólogo Albert Mehrabian, las palabras tan solo representan un 7% de la comunicación, mientras que un 55 % tiene que ver con la comunicación corporal (los movimientos y la proyección del cuerpo) y un 38 % del impacto está relacionado con la comunicación paraverbal (como el tono de voz).
Lo más importante de la comunicación (verbal y no verbal) es que los mensajes del emisor lleguen claros al receptor. Por esa razón es necesario escuchar al otro: saber qué necesita, qué problemas tiene, cuáles son sus aspiraciones, sus deseos, sus inquietudes, cómo se siente y cómo cree que puede cubrir sus necesidades.
Simplemente esta reflexión es para que no dejemos pasar detales de cualquiera de las dos comunicaciones y como mediadores valoremos las dos; no por hablar más se tiene más razón.
Un saludo
José Antonio Veiga